Por qué escribo lo que escribo en una Web turística
Opinión · Lunes, 04 de Marzo de 2013
Escuché el otro día que, cuando se le pregunta a cualquier persona por aquello de lo que se arrepiente, una de las respuestas más comunes es “de no haber viajado más". Como viajera compulsiva, lo entiendo perfectamente. Pero ¿y los demás? Al fin y al cabo, como sociedad dedicamos una porción muy importante de nuestros recursos a procurarnos un techo. ¿Por qué entonces salir de la madriguera es precisamente lo que más anhelamos?
Una vez leí que un turista es una persona que se fija en cosas a las que en su casa no prestaría ninguna atención. Viajar nos induce un estado de mindfulness, de atención plena, durante un espacio de tiempo en un lugar definido. Vivencias comunes - comer, pasear, relacionarnos, compartir- construyen un viaje interno del que salimos más complejos, enriquecidos. ¿Es eso lo que buscamos al viajar?
Porque las personas somos sorprendentemente irracionales cuando tomamos decisiones. Las emociones son lo que nos mueve. Queremos sentir que podemos traspasar los límites de nuestra normalidad aunque sea sólo por un momento. Incluso el turista más convencional posee una pequeña vocecita en su interior que le anima a salir. En 2013, el coro del mundo ha sumado mil millones de vocecitas.
Cada vez que planteamos un proyecto Web me hago estas preguntas: ¿Cómo despertar el interés del viajero? ¿Cómo incitar al viaje? ¿Cuál es el botón que hay que apretar?
El botón que pone en marcha la vocecita interior es la imaginación. Y la imaginación se despierta con la evocación. Los humanos respondemos a las historias más que a los datos. El storytelling es una poderosa herramienta que utilizamos para despertar deseos. Un buen narrador (escritor o visual) no describe hechos o lugares, sino la experiencia de vivirlos, con la que otros pueden conectar.
Ya tenemos el deseo. Ahora hay que encontrar la excusa para viajar. Satisfacemos nuestras motivaciones universales - compartir con los nuestros, descansar o crecer-con actividades que nutren nuestros intereses: conocer culturas, subir montañas, aprender a cocinar. Y el sitio Web debe facilitar -ahora sí- toda la información. El trabajo en este momento es el del curador, para ofrecer al usuario la información que necesita en el formato que busca. Crear contenidos de calidad es escoger, priorizar y procesar información de manera que los contenidos resultantes sean relevantes para el usuario. Y hace falta un buen equipo que garantice la solidez de estos contenidos. En theglobaldit, lo llamamos base n (porque este proceso se sabe dónde comienza, pero no cuándo acaba).
Por supuesto, nada de esto sirve si no se lo ponemos fácil al usuario. El potencial viajero necesita herramientas para planear su viaje que le permitan seleccionar los contenidos que desea, realizar reservas y compartir -desde el momento cero- la experiencia de viajar, que comienza por una navegación exquisita. Y de esto se encarga nuestro equipo Web - donde la lógica se encuentra con el diseño y la funcionalidad y donde las pasiones tienen acrónimos en oscuros lenguajes aptos sólo para geeks. Pero esta parte merece que la cuenten ellos mismos…